El Consejo de Negocios de Cooperativas y Organizaciones Mutuales (Business Council of Co-operatives and Mutuals – Bccm), la organización gremial que agrupa actores de la economía solidaria en Australia, publicó por primera vez un documento con nueve principios para fortalecer el gobierno corporativo de las entidades de este sector con el objetivo de establecer un marco de reglas interno y externo que le permita a los afiliados a la organización alcanzar sus propósitos de negocio.
Según la agremiación, “tanto en Australia como internacionalmente un gobierno corporativo pobre es negativo para los negocios porque, ente otros, puede tener un impacto negativo en la confianza de los afiliados o consumidores”. Esta tendencia, acompañada de un crecimiento sostenido en la creación este tipo de organizaciones solidarias, hace necesario empezar a tomar en serio las estructuras de gobierno empresarial en este segmento del mercado.
Aunque los principios fueron pensados para el mercado australiano, Infolaft extrajo los elementos esenciales de cada uno y procedió a adaptarlos al escenario latinoamericano.
Principio 1: Crear, proteger y aportarle valor a los miembros de la organización
Según el Bccm este es el principio más importante de cara a la naturaleza misma de las organizaciones solidarias que, ante todo, son vehículos para que sus miembros actuales y futuros obtengan valor y satisfacción a sus necesidades.
En oposición a estas estructuras se encuentran las sociedades en las que los inversionistas buscan maximizar el retorno de su inversión económica.
Principio 2: Establecer bases sólidas para la gestión corporativa y la supervisión
Las organizaciones solidarias deben crear y divulgar las funciones y responsabilidades respectivas de su junta directiva y demás órganos de administración. Asimismo es necesario implementar un sistema de monitoreo y evaluación de desempeño de todos los colaboradores y crear instancias de auditoría interna y externa.
La división de responsabilidades entre el máximo órgano de administración y otras dependencias ayudará a evitar confusiones respecto a las competencias y su proceso de seguimiento.
Principio 3: Estructurar el máximo órgano de administración de tal manera que aporte valor agregado a todos los miembros de la organización
El cuerpo colegiado con las máximas competencias de administración debe cumplir con requisitos mínimos de tamaño, diversidad y composición apropiados según acuerdo de los miembros de la organización. Para alcanzar este objetivo se plantea crear un comité de nominación que, además de verificar los funcionarios convocados, haga cumplir todos los lineamientos de funcionamiento del organo.
Los temas de discusión y decisión que el Bccm asigna de forma privativa al máximo órgano de administración son: la historia de la entidad, el modelo de negocio y los principios corporativos, el plan estratégico de operación, el presupuesto, los estados financieros y demás información de este tipo, el código de conducta, eñ proceso de elección de directivos, la lista de temas a delegar en otras instancias, los asuntos jurídicos incluidos los temas de cumplimiento y litigios y el perfil de riesgo de la organización.
Dentro de este mismo principio el Consejo sugiere que se realicen procesos de debida diligencia con anterioridad a la designación y posesión de nuevos miembros en posiciones directivas para garantizar su idoneidad desde un escenario preventivo.
Lea también: Cooperativas deberán aplicar estándares de buen gobierno
Principio 4: Actuar con ética y responsabilidad frente a miembros o otras partes de interés
“La reputación de una empresa es uno de sus activos más importantes” señala este principio, para luego enfatizar que “si esa reputación se daña es muy difícil su recuperación”.
En concreto, el documento se refiere a que uno de los temas que más puede golpear el nombre de una organización es que ella, o alguno de sus funcionarios a nombre de ella, realice actos por fuera de la ética que sean descubiertos. Esto debe motivar la expedición de sistemas de ética empresarial como la vía más fácil y efectiva para defenderse en caso de señalamientos.
Principio 5: Un correcto sistema de reporte de operaciones potencialmente riesgosas
Las organizaciones solidarias deben tener controles formales y rigurosos para proteger sus activos, así como procesos de reporte a las autoridades competentes de operaciones que resulten sospechosas. El sistema debe ser auditado con frecuencia.
Principio 6: Transparencia
Todos los actos que realice la organización solidaria deben ser informados a todos los miembros en el tiempo y en la forma establecida. La estructura
Principio 7: Respetar los derechos de los miembros de la organización y de otras partes interesadas
El principal derecho que esgrime la agremiación australiana de entidades de economía solidaria susceptible de ser vulnerado en el giro ordinario de negocios en el sector es el derecho de todas las partes interesadas a la transparencia en la gestión de información.
Este principio exige tener un protocolo de gestión documental que aporte todas las características de seguridad y acceso según la necesidad.
Principio 8: Identificar y gestionar correctamente los riesgos
Las entidades del sector solidario deben establecer un marco de gestión de riesgos sólida que se revise periódicamente. Uno de los riesgos que por ley o por mejor práctica debe estar incluido en este análisis es el de lavado de activos y financiación del terrorismo.
Principio 9: Remunerar de manera justa y responsable
Por último, se recomienda pagar una remuneración laboral suficiente a los funcionarios directivos para atraer y retener a miembros de alta calidad que se destaquen por su enfoque en la creación de valor para la organización.
Recent Comments