Son pocas las labores preventivas que un sistema antilavado puede lograr en materia de prevención del terrorismo. Salvo que se trate de terroristas conocidos, jurisdicciones que patrocinan terrorismo, empresas que venden materia de guerra o señales de alerta muy evidentes, la financiación del terrorismo es difícil de detectar para las entidades en Colombia.
El caso de ayer en el cual el Ejército de Liberación Nacional (ELN) estalló un carro bomba en la Escuela de Policía General Santander en Bogotá, que dejó un saldo de 21 fallecidos y 68 heridos, es lamentable y condenable en todo nivel y nos exhorta a apoyar firmemente la lucha antiterrorista. Para facilitar esta tarea ciudadana Infolaft expone los pasos que todas las entidades deberían realizar después de conocerse un atentado.
Protocolo de reacción ante acciones terroristas
1. Recaudae toda la información básica de fuentes creíbles
Tan pronto como se supo del atentado, la Fiscalía General de la Nación desplegó un operativo de investigación en el que muy pronto logró identificar tanto al autor material del acto terrorista como al vehículo utilizado en la explosión. Estos datos son de vital relevancia para la gestión del riesgo de LA/FT pues le permiten a la entidad saber si ha estado vinculada con los individuos o activos involucrados en el hecho.
Para el caso en concreto la fiscalía señaló como autor a José Aldemar Rojas Rodríguez, un explosivista del Eln que perdió la mano derecha en un accidente con un explosivo entre 2008 y 2010. En relación con el vehículo, el ente acusador confirmó que se trataba de una Nissan Patrol, del año 1993, con placa LAF 565.
Adicionalmente las autoridades capturaron a otro hombre relacionado con el atentado, que habría estado en comunicación con José Aldemar Rojas durante la ejecución de los hechos. Se trata de Ricardo Andrés Carvajal quien con posterioridad a su detención aceptó su participación en el ataque.
2. Buscar en las bases de datos de la entidad cualquier relación con el atentado
Una vez se han recopilado los datos básicos de los individuos y activos involucrados en el ataque terrorista es necesario cruzarlos con las bases de datos que la entidad utilice para gestionar el riesgo de LA/FT para verificar si ha existido algún tipo de vinculación.
Esta tarea significará revisar si los terroristas han sido clientes, usuarios, proveedores o empleados, pero no se limita a ello. Adicionalmente, conviene verificar si el individuo ha tenido otro tipo de vínculos indirectos como haber sido beneficiario de productos o servicios o haber visitado la empresa por cualquier razón. No se quede en las bases de datos generales, utilice también las especializadas o específicas.
En cuanto al vehículo, y dependiendo del tipo de negocio y la actividad económica que lleve a cabo la empresa, será necesario analizar si existieron vínculos como por ejemplo la constitución de prendas, la expedición de pólizas de seguros, la prestación de servicios de reparación o mantenimiento y el ingreso a las instalaciones de la empresa.
3. Si aparecen coincidencias es necesario profundizar en ellas
Hallar la coincidencia es apenas una parte de la tarea. En caso de que se evidencie un vínculo directo o indirecto con los sujetos o activos involucrados en un atentado es necesario proceder a comprender la naturaleza de dicha relación.
Para ello es recomendable individualizar a todas las personas dentro de la empresa que tuvieron que ver con la vinculación e indagar a través de ellas la naturaleza del vínculo. Frente a estas personas también se sugiere buscar si hay coincidencias que puedan mostrar vínculos con organizaciones o células terroristas y que sea necesario denunciar a las autoridades.
4. Proceda a reportar y denunciar
Sobre la base de encontrar señales de operaciones sospechosas de canalización de recursos a actividades terroristas se requiere hacer inmediatamente el proceso de Reporte de Operaciones Sospechosas a la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) según lo previsto en la Ley 526 de 1999 y las normas específicas por sector.
Además, no se debe por ningún motivo omitir la denuncia directa a las autoridades (fiscalía, policía, u otras autoridades que lo soliciten públicamente) a través de los canales establecidos para el efecto. Es deseable que todos los reportes y denuncias correspondientes se hagan lo más pronto posible después de ocurrir el acto terrorista. El tiempo es oro para evitar otros atentados.
5. La labor continúa
Después de realizado el reporte es posible seguir profundizando sobre el caso. Con el devenir de las horas es probable que las autoridades continúen vinculando individuos o activos a las investigaciones y conviene realizar el ciclo de gestión del riesgo tantas veces como esto ocurra.
6. Estar atento a colaborar con las autoridades
Es previsible que, si se ha reportado o denunciado, las autoridades se comuniquen a obtener información adicional. Esto no es, bajo ningún concepto, una acción de auditoría o vigilancia. Es el desarrollo de una investigación en la que hay que colaborar a esclarecer los hechos y a evitar nuevas acciones de terrorismo.
7. Actualice su sistema con las lecciones aprendidas
A partir de los hechos conocidos del ataque conviene actualizar los eventos de riesgo contemplados en el sistema de prevención de los riesgos de LA/FT y verificar si los controles existentes son suficientes ante la existencia de nuevos eventos. En caso de que no lo sean, se deben implementar nuevos controles para los nuevos eventos de riesgo.
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Para más información sobre como fortalecer los sistemas en materia de prevención del terrorismo revisar elReporte de Tipologías de Financiación del Terrorismo del Gafi que, aunque ya tiene algunos años, mantiene su vigencia en importantes apartes de su contenido.
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